Debemos decirle al pueblo que nadie nacio para esclavo

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Abstract:: Este documento relata la vida del obispo brasileño Dom Helder Camara, el cual se describe como un hombre religioso, gentil y humilde. El hombre, pese a sus 75 años recorre incansable los barrios mas pobres y marginales de Recife. A pesar del amor y cariño que le tenia el pueblo, quienes jamas se alegraron por ver al obispo eran los hombres del regimen. Para ellos, la solidaridad practicada por el obispo Camara constituían un acto de terrorismo y su predica en favor de la reforma agraria es algo que directamente los irritaba. Sin embargo, el obispo seguía convocando su vida en las manos de Dios y en la iglesia. El documento luego pasa a hablar de un tema totalmente diferente, el de la ilustración. La ilustración es la salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual el mismo es culpable. El documento profundiza un poco en las causas y consecuencias de este tema tan complejo.

Aggregations:: Digital Archive of Religion in Latin America and the Caribbean